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sábado, 29 de julio de 2017

Será mi sola paz la de los otros

Será mi sola paz la de los otros; 
su regocijo mi regocijo,
su soñar mi ensueño; 
mi cristalino llanto 
el que tiemble en los ajenos párpados;
y mis latidos,
los latidos de cuantos corazones
palpiten en los orbes infinitos.
Cada día que pase, has de decirte:
¡Hoy he nacido!


(Amado Nervo)

Hay miradas de una tal ternura

Hay miradas de una tal ternura,
tan turbadoras,
que te deshacen, te desvanecen,
como un diente de león
tras el leve soplo de su brisa.

La herida del abandono

La herida del abandono
parece no tener cura.
Solo la cicatriza
el recuerdo y su hondura.
Únicamente se sana
con la presencia y la ternura.

Los huecos de sombra

Los huecos de sombra,
las redes abisales,
la velada esperanza…
Aún así, una sed insaciable.
La sed de vida.
La vida que me trasciende.

El sueño se deslizó tras el susurro

El sueño se deslizó tras el susurro
de un silencio inerme, fecundo,
engendrando dolorosamente
un nuevo amanecer
de un tiempo desconocido.
Imposible vivir ya entre dos mundos.

Cuando creas haber desechado de ti

Cuando creas haber desechado de ti
toda la amalgama de la herrumbre,
aún te quedará transformar tu noche
en luz, brasa, lumbre.

Hoy, siempre, es un gran día

Hoy, siempre, es un gran día.
Una breve despedida para algo que termina.
Un gozoso abrazo a lo nuevo que te inicia.
Una nueva luz que ilumina tu rostro, tu sonrisa.
Es el amor que das, que recibes,
y que todo lo culmina.

La única luz

Ella consiguió salvarse del naufragio
y del sinsentido de su existencia,
para entrar por la senda de las lágrimas
hacia la isla añorada de su propia identidad.
Al fin, liberada ya de culpas y obsesiones,
camina cada tarde por la orilla de su playa
y se deja abrazar trémula por los vientos,
se sienta absorta ante el horizonte azul,
donde ya no contempla más que luz,
la luz, la única luz…

Cada muerto es un libro de reclamaciones

Cada muerto 
es un libro de reclamaciones 
que se cierra.
Un trozo de memoria
tirado al vertedero.
Cada muerto
es una historia
que comienza de nuevo
en un recién llegado.
(Miguel Ángel Llanos)

Me formé en el seno ardiente

Me formé en el seno ardiente
de una estrella roja gigante.
Millones de años más tarde
me sentí vivo de nuevo
en el acogedor vientre
de mi madre.
Y así sigo,
renaciendo cada día.

Quien me conmueve, lo que me emociona

Quien me conmueve, lo que me emociona,
se convierte en una estrella que me alienta 
cuando me rodean las sombras.
Entonces todo se transforma en claridad.

Buscó un lugar para protegerse

Buscó un lugar para protegerse
del frío que a su alrededor
le helaba la vida.
Y se refugió en su propia mente,
para no aventurarse a salir más
hacia la desazón de la intemperie.

El recuerdo de ella era tan vivo

El recuerdo de ella era tan vivo
que más que una cicatriz 
se transformó en estela.
Y le colmó de su presencia.

Al principio solo se escuchaba

Al principio solo se escuchaba
el callado latido del silencio.
Pero lo turbó de forma inesperada
una inimaginable explosión
que originó la expansión del universo
entre nubes de gases ardientes y amor.
Después volvió a recuperar
su música oculta el sosiego.
Hasta que comenzó a pronunciar
su primera palabra la Vida.

No sé qué ternura me sostiene

No sé qué ternura me sostiene,
el viento que impulsa mi barca,
la presencia que, oculta, me habita.
Pero me ayuda a seguir
caminando y cuidando
el verde brote de primavera,
bañado de transparencia y de rocío.

Desconfío

Desconfío
de quienes no veneran el asombro
de estar aquí, ahora.
Existe la alegría, pero duele;
tendrás que conseguirla. 
Y cuando la consigas tendrás miedo.
(Andrés Neuman)

Absorto contemplaba

Absorto contemplaba
cómo un breve destello de luz
te desvestía lentamente,
mientras yo me desvanecía
en ardientes pupilas gustativas.

Si sigues el curso de los regatos

Si sigues el curso de los regatos,
si escuchas de los arroyuelos el susurro,
si calmas tu sed en ellos
mientras asciendes en busca del hontanar,
llegarás sin duda al manantial
de aguas vivas, cristalinas.

Si el amor lo invade todo

Si el amor
lo invade todo…
toda nuestra vida,
todas nuestras ansias
y deseos,
todos nuestros dolores
y alegrías…
Si tu amor me invade,
si el mío llega a ti
y rebosa,
quizá nuestra vida
sea cada día,
en cada instante,
un nuevo amanecer,
abierto, diferente,
inesperado,
único…

Soledumbres

El tren de larga distancia sale puntual.
El avión low cost alza el vuelo.
El autobús hacia una lejana ciudad europea inicia su recorrido.
Se cierran las puertas tras la despedida
mientras un viento inclemente nos azota y una lluvia gélida, incesante, sigue cayendo.
Un millón de soledumbres abandonando forzadas sus hogares,
familias y amistades,
en un viaje hacia lo desconocido,conocido solo en otros tiempos.
Es imposible sanar
unas heridas que se mantienen
siempre abiertas, sangrantes.