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lunes, 19 de diciembre de 2016

Toda la historia del universo

Toda la historia del universo,
todo el sabor, el misterio de la vida,
se puede contemplar
en los breves destellos de luz
sobre las aguas del río.

Tu voz me llama

Tu voz me llama
para que encienda el fuego del verso,
para que disuelva el hielo en la noche,
para que deshilache las brumas del horizonte.

En realidad no tengo tanta necesidad

En realidad no tengo 
tanta necesidad 
de lo que tímidamente le pido, 
sino de la mano
de quien me lo ofrece, 
y del corazón
que orienta su mano.

Fue entonces cuando contemplé

Fue entonces cuando contemplé,
con fascinación y ternura,
el mundo que me ofrecía
a través de sus pupilas.

En qué momento me inundó la umbría

En qué momento me inundó
la umbría y su quebranto,
se demoró la admiración, 
se ocultó la conmoción,
se desvaneció el encanto…

A veces solo puedes acercarte a la belleza...

A veces solo puedes acercarte a la belleza
a través de la transparencia de las lágrimas.
Qué hermoso es, en ese instante,
dejarse alcanzar por su mirada.

El infierno no es el otro

El infierno no es el otro, 
sino el ensimismado reflejo 
en el estanque y su abismo.

Una mirada impregnada de mansedumbre

Una mirada impregnada de mansedumbre,
una caricia entrañable, sanadora,
que ahuyenta la soledad y su herrumbre,
que invita a resurgir bajo la luz de la auro

Cuando aún nada existía

Cuando aún nada existía
ya estabas deshojando
la impaciencia, 
esperándome...

Aquellas tardes

Aquellas tardes preñadas de simiente…
gris el cielo y sus nubes,
grises los altos muros de piedra,
grises y tristes los recuerdos
que se llevaban como hojas de invierno
las frías aguas del río.
El cuerpo se encogía
bajo la húmeda, cotidiana soledad,
y el alma oculta
tras el desconsuelo y su noche.
De pronto
tanta luz
en un breve destello,
hasta vislumbrar el fuego
y alzar leve, definitivamente el vuelo.
Y volví solo, desnudo,
para empezar a ser de todos.
Aquel inolvidable instante,
esa pasión que aún anima mis pasos.

Nuestro amor

Nuestro amor,
como toda la existencia, 
es un puro asombro, 
solo descifrable
en la intimidad del beso.