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sábado, 20 de diciembre de 2014

Dentro de ti hay una estrella

Dentro de ti
hay una estrella,
oculta, silente,
aguardando a desplegar
su fulgurante estela
en tu entraña,
tus sentimientos
y tu mirada ardiente.
Para que llegues a dar
la luz que anhelas,
solo precisas pasión,
hontanar, simiente.

La contemplación cotidiana

La contemplación vital, cercana,
presiente la turbación de lo inefable
y lo pretende concreto, palpable
por las sendas cotidianas.
Lo indecible acaece cada mañana
junto a la palabra vulnerable,
mediante la mano solícita, amable,
porción leve, fecunda, de felicidad humana...

Revista Oleaje 2014

La revista Oleaje, que preparamos los miembros de la Tertulia poética del Centro Cultural Buero Vallejo de Canillejas (Madrid), con los varios de los poemas que hemos hecho durante este año.

MADRID.ES

En mi silencio habitado

En mi silencio habitado
todo adquiere plenitud:
las lágrimas,
la luz…

Como ángeles caídos

Como ángeles caídos,
incapaces de elevarse
sobre esta tierra umbría,
sedientos, perdidos.
Algunos, tras el esfuerzo
de numerosas tentativas,
aceptan el sometimiento,
las cadenas de la deriva.
Otros no desisten,
y se esfuerzan por alzar las alas,
la frente, el corazón y la mirada
hacia los ecos de sus recuerdos.
Y pronuncian palabras y anhelos,
las sellan y los lanzan al universo,
gritan, entrelazan sus alas,
para no sucumbir al desaliento.
No dejan espacio a la melancolía
ni a la persistente crudeza de los días,
pues saben que provienen de otros cielos,
por los que se desviven y empeñan sus sueños.

La cómplice mirada de su luna

Como pétalos ajados, marchitos
fueron cayendo las promesas,
las amenazas, los olvidos,
dando a luz inéditas certezas.
Ni siquiera el odio prendió en su pecho,
no hubo falsas despedidas
ni pactos condenados al calvero
de su tierra vulnerada, herida.
En la puerta dejó con determinación
las maletas ya sin nombre ni tristeza.
No atendió a las promesas, la obligación,
ni siquiera a los gritos o su destreza.
Abrió la ventana y se sentó desnuda
a contemplar la noche constelada.
Sin más deleite que la sonrisa alborada
por la complicidad de la mirada de su luna.

El íntimo pálpito del silencio

Junto al destello
de las olas,
el íntimo pálpito
del silencio.