Powered By Blogger

sábado, 12 de julio de 2014

El don

El don
de mis manos.
La mirada
agradecida.
La pasión
por la vida.

Mago de las sendas del asombro

Mago de las sendas del asombro,
haz volar dos palomas blancas
por el cielo de mis pupilas,
para que recobren el esplendor
de la íntima alegría.

No quedan ya promesas

No quedan ya promesas
en el inventario de mi anhelo.
Ni certezas que no se puedan obsequiar
en torno a la palabra ferviente y su velo.

El jardín de mis recuerdos

El jardín de mis recuerdos,
la tenue luz de mi infancia,
el rostro desvaído en el espejo,
la imprecisa visión desde mi ventana.